¿Cómo los factores económicos, desde la inflación hasta las interrupciones en la cadena de suministro, afectan las ventas de alimentos para mascotas?

Estas tasas de crecimiento inusualmente altas son tanto una función de la inyección pandémica como de tendencias de larga data, incluido el papel de primera línea de los alimentos para mascotas en la salud y el bienestar de las mascotas, la premiumización del producto y el crecimiento de la población de mascotas, especialmente entre los hogares de mayores ingresos.

Pero con la postpandemia, la inflación en niveles récord y los cuellos de botella en el suministro que continúan provocando escasez de productos y precios más altos, los primeros tres trimestres de 2022 han sido desafiantes. ¿Qué depara el futuro?

A principios de año, los dueños de mascotas comenzaban a sentir la presión del aumento de los precios, ya que los problemas de suministro que provocaban mayores gastos de materiales elevaban los costos de producción. En la encuesta de propietarios de mascotas de enero de 2022 de Packaged Facts, el 29 % de los dueños de mascotas dijeron que enfrentaban "desafíos significativos" con la inflación de precios y el costo excesivo en los alimentos para mascotas.

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Teniendo en cuenta todos los productos (alimentos y no alimenticios), casi la mitad de los dueños de mascotas (45 %) acordaron que estaban gastando más en productos para mascotas "debido al período de COVID-19", con casi una quinta parte (18 %), en fuerte acuerdo.

Observando los estantes de alimentos para mascotas escasamente abastecidos en muchas tiendas, más de una quinta parte de los dueños de mascotas (21 %) dijeron que no siempre podían obtener sus alimentos/golosinas preferidos para mascotas debido a la escasez de productos.

La situación fue aún peor a partir del tercer trimestre de 2022, con una variedad de factores que se combinaron en la tormenta perfecta de presiones económicas. En la mayoría de los mercados de consumo, los precios se han disparado por tres razones: primero está la fuerte demanda, con consumidores que acumularon ahorros durante la pandemia mientras estaban atrapados en casa y ahora cuentan con dinero de estímulo para gastar; en segundo lugar, la escasez de bienes, con cierres de fábricas, reducción de la producción debido a la escasez de mano de obra y retrasos en los envíos que se convierten en faltantes a lo largo de la cadena de suministro; los costos más altos de la mano de obra, los servicios y la vivienda son el tercero, ya que con el aumento de los alquileres y otros gastos que impulsan a los empleados a exigir salarios más altos y los empleadores trasladan estos costos a los consumidores.

Lo que también agrava la situación es la guerra en Ucrania, que ha atascado aún más las cadenas de suministro globales y es parcialmente responsable del alto costo del combustible.

Esta combinación tóxica hizo que la confianza del consumidor cayera a su punto más bajo en junio, según el Índice de Sentimiento del Consumidor de la Universidad de Michigan. En un esfuerzo por hacer retroceder la inflación y evitar la recesión, la Reserva Federal elevó las tasas de interés en 0,75 puntos porcentuales en junio (el mayor aumento en casi 30 años) y otros 0,75 puntos porcentuales en julio.

Específicamente, en el mercado de alimentos para mascotas, los precios en el mercado mundial de granos se han elevado debido a la competencia de los biocombustibles, lo que ejerce presión sobre los fabricantes de alimentos para humanos y mascotas por igual. Una clara indicación de las enormes presiones económicas que se están ejerciendo, el índice de precios al consumidor (IPC) subió un 7 por ciento en 2021, la mayor ganancia en 12 meses desde 1982, según la Oficina de Estadísticas Laborales.

El mercado de mascotas inicialmente evitó algunos de estos aumentos de precios, pero los datos de la Oficina de Estadísticas Laborales muestran un aumento de la inflación del 9,1 % entre junio de 2021 y junio de 2022, y en mayo, Adobe informó que los precios en línea de los productos para mascotas eran un 9,1 % más altos que hace un año.

Los dueños de mascotas son famosos por estar dispuestos a gastar incluso durante una verdadera recesión, como se vio durante 2007-2008. Y a partir del otoño de 2022, las ventas de alimentos para mascotas se han mantenido sólidas incluso cuando el crecimiento en muchas categorías, no alimenticias, para mascotas no alimenticias se ha desacelerado. Los factores que probablemente desalienten las ventas de alimentos para mascotas a corto plazo son los continuos problemas de la cadena de suministro que privan a los dueños de mascotas de sus marcas preferidas, así como la inflación persistente, que podría dar lugar a que aún más dueños de mascotas adinerados cambien de marcas, a productos de menor costo, o marcas de menor valor. Sin embargo, por el momento, los compradores de insumos para mascotas continúan gastando más en la tarifa premium y superpremium que impulsa principalmente las ventas en dólares, como alimentos frescos para mascotas y "kibble plus" (croquetas con liofilizado u otras inclusiones). Así que en agosto, la Universidad de Michigan informó una mejora inesperada en la confianza del consumidor (a 55,1, desde 50,2 en junio y 51,5 en julio), lo que refleja una disminución inesperada en la inflación (a 8,5 por ciento, desde 9,1 por ciento en julio).

Sigue habiendo mucha incertidumbre, pero hasta ahora, 2023 se perfila como otro año de crecimiento porcentual de dos dígitos, con alimentos para mascotas en camino de superar los $ 45 mil millones en 2022 y $ 60 mil millones en 2026.

Fuente: Pet Products News