Las heces de las mascotas pueden transmitir enfermedades bacterianas y parasitarias (Cinquepalmi et al. 2013), pero el impacto ambiental de los desechos de perros y gatos se ha discutido poco. Con el creciente enfoque en la sostenibilidad de los últimos años para cumplir con la Agenda 2030 y los ODS (ONU, 2015), este aspecto también debe ser ampliamente considerado.
Aunque actualmente existen programas para fomentar la recolección de heces de animales domésticos en espacios públicos, y también alternativas sobre cómo tratar estos residuos, como el compostaje o la digestión anaeróbica (Martínez-Sabater et al. 2019), todavía no sabemos exactamente cuál es el impacto de los desechos de perros y gatos, especialmente los que se manejan en los hogares en Brasil.
Estos residuos pueden tener una contribución significativa a la huella ambiental por la tenencia de mascotas, debido a los desechos nitrogenados de estas deyecciones, que si existieran en grandes cantidades y no fueran neutralizadas, se volverían tóxicas para el medio ambiente (Hobbie et al. 2017).
Existe la idea e información en los medios de comunicación y los gobiernos locales, que estos residuos causan daños ambientales, pero faltan datos científicos precisos sobre el verdadero impacto. Es necesario utilizar herramientas de investigación adecuada para comprender mejor los flujos y las emisiones de estos desechos para así, encontrar las mejores formas de gestionar y reducir el impacto de las deyecciones de perros y gatos.
Relación entre las deyecciones de perros y gatos y su sostenibilidad
La sostenibilidad implica aspectos ambientales, sociales y económicos, que garanticen, que los recursos estarán disponibles para las generaciones futuras.
En Brasil, es común que las heces de los animales domésticos se desechen en el sistema de alcantarillado, en la basura, se dejen al aire libre y que luego se recojan por programas gubernamentales, o se dejen simplemente a la intemperie, donde se descomponen.
Las aguas residuales suelen recibir tratamiento para reducir las cargas contaminantes de los desechos, pero las heces que quedan en la basura común, al aire libre o las recogidas por los programas del gobierno local, aumentan la cantidad de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) de origen orgánico, que van a terminar en los vertederos que, actualmente, son los principales responsables de las emisiones de metano.
Esto supone un reto, ya que, según el Sistema de Estimaciones de Emisiones y Remociones de Gases de Efecto Invernadero (SEEG) en algunos de sus objetivos para 2030 incluyen: disminuir en al menos el 14% de los residuos orgánicos que llegan a los vertederos, recuperar el 50% del metano generado en estos vertederos, y mejorar la recuperación de metano de los residuos animales (SEEG, 2022).
En 2023 se generaron 2.300 millones de toneladas de RSU en el mundo, y esta cifra podría alcanzar los 3.800 millones de toneladas en 2050 (PNUMA, 2024). El costo de la gestión de estos residuos fue de entre USD 252.000 millones y USD 361.000 millones en 2020 (Figura 1). En Brasil, se generaron alrededor de 77,1 millones de toneladas de RSU en 2022, con costos estimados de R$ 29,2 mil millones (ABREMA, 2023). Lo que indica que la generación de RSU afecta al medio ambiente, la sociedad y la economía.
Alrededor del 50% de los RSU en Brasil son residuos orgánicos y parte de ellos provienen de las mascotas, pero aún no está claro cuánto. Documentar estas cantidades y emisiones potenciales puede ayudar a mejorar la gestión de residuos, reducir los impactos y los costos, contribuyendo al objetivo de los ODS.
Figura 1. Generación de RSU en Brasil año 2022*. Publicado por ABREMA (2023).
La relación entre los residuos de mascotas y la sostenibilidad también relaciona las cantidades de nitrógeno (N ) y fósforo (P). Estos residuos y estos nutrientes, generan un alto riesgo para la mayor parte de las especies de este planeta, ya que, no son neutralizadas y están presentes en cantidades excesivas. En relación con el nitrógeno, este puede aumentar los gases contaminantes en el aire, reducir la diversidad vegetal y contaminar las aguas urbanas. Para el P, que es esencial para la nutrición animal, este puede causar contaminación del agua dulce, la que es cada vez más escaso en el planeta (Rezende et al. 2022).
Las mascotas, especialmente perros y gatos, pueden liberar una gran cantidad de N y P en el medio ambiente (Ritchie & Roser, 2020), debido a algunos aspectos nutricionales y fisiológicos: Son animales carnívoros facultativos -perros-, y carnívoros obligados -gatos- (Macdonald et al. 1984; Morris, 2002), que necesitan una dieta rica en proteínas totales y proteínas de origen animal (NRC, 2006; Rousseau et al. 2019; FEDIAF, 2021a)., al mismo tiempo tienen una alta excreción de residuos de nitrógeno.
Es común en la industria de alimentos para mascotas, que formule alimentos con altos niveles de proteína y, a veces, con ingredientes de alta calidad que compitan con la alimentación humana (Swanson et al. 2013; Okin, 2017; Su y Martens et al. 2018). Esto se debe a que los consumidores basan su compra por los niveles de proteínas declarados en la etiqueta, sin conocer las reales necesidades nutricionales de proteínas y aminoácidos (AA) para los animales de compañía (Singh et al. 2024).
La alta ingesta de proteínas en perros y gatos promueve una mayor oxidación de AA para eliminar su exceso. Por otro lado, el mantenimiento de la masa corporal magra en perros y gatos mayores, depende de la no restricción de proteínas en la práctica alimencticia (Li y Wu, 2024). Además, la excreción fecal y urinaria de los animales de compañía pueden contener otros desechos como los plastificantes (Li y Kannan, 2024), pero sus efectos sobre el medio ambiente y la salud humana aún no se conocen bien.
Estos factores demuestran la relación existente entre los residuos de mascotas y la sostenibilidad, recalcalcando la importancia de la investigación en este tema en Brasil. Caracterizar adecuadamente el impacto de las heces y la orina es una forma de cooperar con las estrategias para mitigar el problema y mantener la sostenibilidad futura de la agricultura.
En la segunda parte de este artículo proporcionaremos información sobre el Análisis de Ciclo de Vida (ACV), que es un enfoque útil para analizar el impacto ambiental de productos y procesos, donde se incluye la producción de residuos de mascotas en Brasil, estandarizando de una forma completa estos procesos, lo que ayuda a la toma de decisiones sostenibles.
Por: Jéssyka Laura Galdino Costa, Ricardo Souza Vasconcellos (Universidad Estatal de Maringá - Brasil), Fernando José González González (Universidad de la Salle - Colombia)
Fuente: All Pet Food Magazine
Te podría interesar: Las tres R en el mundo de las mascotas