Los emprendedores Gonzalo Noy, Sergi Font y Josep Font se han propuesto revolucionar el sector de la alimentación animal con Dogfy Diet, un servicio de entregas de menús individualizados en función de las necesidades de cada mascota.
'Consideramos que hay demanda para modernizar el sector. El perro cada vez tiene un papel más protagonista dentro del hogar, está más humanizado, y por eso crecen las necesidades de alimentación que van más allá del pienso tradicional', comenta Noy.
En su catálogo, la startup ha ideado platos elaborados a base de pollo, buey, pavo y salmón. Se entregan una vez al mes en forma de raciones diarias congeladas después de tramitar el encargo a través de una plataforma online que permite el pago bajo un modelo de suscripción mensual.
La startup ha levantado 10 millones de euros y emplea a 220 personas entre la fábrica y las oficinas
La idea de negocio arrancó en el 2019 fruto de la iniciativa de Sergi Font y Gonzalo Noy, dos amigos que decidieron emprender juntos y abandonar sus respectivos trabajos. Font trabajaba como abogado y Noy había fundado dos startups de venta de relojes y de gafas de sol que acabó vendiendo.
A la iniciativa se sumó Josep Font, padre de Sergi, que cedió las instalaciones de su empresa cárnica en El Papiol para elaborar los platos preparados. Con este planteamiento, Dogfy Diet irrumpió en el mercado y desde entonces ha registrado una fuerte expansión. Según los fundadores, la empresa cerró el pasado ejercicio con unas ventas de 11 millones de euros, multiplicando casi por cuatro los ingresos de tres millones de euros obtenidos en el 2021.
En tres años acumula 30.000 clientes
Con un ticket medio de 60 euros mensuales, los precios van en función de factores como el peso del animal, su edad o raza y dejan en unos 2 euros la ración diaria. 'Hemos tenido una gran aceptación en el mercado. En tres años hemos conseguido alrededor de 30.000 clientes y hemos dado el salto al extranjero, a Francia e Italia, donde se encuentra el 20% de nuestra clientela'.
A causa de este crecimiento, la compañía ha decidido inaugurar una fábrica propia en Terrassa, que abrió sus puertas el año pasado. Las inversiones en producción y expansión geográfica se han financiado a través de capital riesgo. A lo largo de los últimos tres años, la compañía ha levantado un total de diez millones de euros procedentes de un vehículo de inversión familiar, un inversor industrial y el fondo Axon Partners.
Este año, la startup espera seguir creciendo a un fuerte ritmo y entrar en Portugal con las perspectivas de alcanzar una facturación de unos 27 millones de euros. El negocio es altamente intensivo en capital humano. La plantilla asciende a 220 trabajadores, la mitad de los cuales trabajan en la planta productiva de Terrassa y la otra mitad en las oficinas centrales. Gracias a este crecimiento, la empresa prevé contratar a 80 personas más.
Por: Blanca Gispert
Fuente: La Vanguardia
Te podría interesar: Customer Day 2024: Un encuentro generado por Andritz
Info Mercado
01/10/2024