Frente a estos números, la técnica de upcycling toma cada vez más relevancia en industrias como la alimentaria, que necesita sí o sí tomar medidas acerca del tratamiento de sus materias primas y desechos producidos.

¿Qué es el upcycling?

El suprarreciclaje, conocido como upcycling o reutilización creativa, consiste en el aprovechamiento de productos, materiales de desecho o residuos para fabricar nuevos materiales o productos de mayor calidad, valor ecológico y económico. Así, mediante el reciclaje, se evita que alimentos e ingredientes saludables y nutritivos se conviertan en residuos, dándoles una segunda oportunidad de ser consumidos.

Los ingredientes que se pueden reciclar ayudan a los fabricantes de alimento para mascotas a mejorar en sus esfuerzos de construir sostenibilidad. Los productos de este tipo más utilizados en la industria han sido, al menos hasta ahora, los de subproductos cárnicos extraídos. Si bien es muy positivo convertir los subproductos cárnicos en fuentes ricas en proteínas en lugar de desecharlos a la basura, hoy en día los ingredientes y materias más innovadoras son los que están captando la atención de los consumidores de pet food preocupados por la sostenibilidad del planeta. Muchos ingredientes reciclados certificados se pueden integrar fácilmente en cualquier receta, lo que le da al nuevo producto una ventaja competitiva en sostenibilidad. El principal desafío es que estos suelen tener las mismas propiedades nutricionales que otros más convencionales, pero no la misma apariencia. Para poder trabajar con ellos, es fundamental que los sistemas de procesamiento y control tengan en cuenta estas variaciones, así como el diseño de fórmulas. Rescar estos ingredientes no solo ayuda a eliminar el desperdicio de alimentos en toda la cadena de suministro, sino que también reduce la demanda de cultivos 'vírgenes'.

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Pero, cuando hablamos de la inclusión de nuevos ingredientes y subproductos, también debemos hablar de educación y concientización. En el caso del pet food y su relación con ingredientes de cereales como el trigo, el maíz y el arroz, por ejemplo, que se utilizan habitualmente como fuentes de carbohidratos, existe el debate sobre cuánto de estos nutrientes son necesarios para la alimentación de animales de compañía. Aunque la industria de la nutrición para mascotas lucha para erradicar conceptos erróneos sobre estos ingredientes, por ejemplo, este es un desafío todavía vigente y que, por consiguiente, afecta a la utilización de estas nuevas propuestas en las fórmulas alimentarias.

Lo cierto es que, cada año, los productos reciclados evitan casi mil millones de libras de desperdicio de alimentos en todo el mundo, y este número puede seguir creciendo a medida que aumente la demanda de productos reciclados por parte de los consumidores, lo que, evidentemente, se conseguirá mediante la información y concientización.

Actualmente, no hace falta buscar mucho para encontrar propuestas de emprendedores o pequeños fabricantes que, en lugar de trabajar con grandes proveedores y plantas de procesamiento, eligen trabajar con granjas y proveedores locales porque confían en la calidad de sus materias primas, especialmente cuando hablamos de los que se consideran desperdicios o subproductos.

Lo bueno es que la mayoría de estos ingredientes o subproductos se pueden integrar fácilmente en cualquier receta, convirtiendo a un producto (y a toda su cadena) en más sostenible reduciendo gases de efecto invernadero, utilizando desperdicios de otras industrias o cadenas que pueden aplicarse a fórmulas de pet food sin arriesgar la calidad, como puede ser el caso de calabazas utilizadas para decoración en Halloween o pulpa de manzana de una fábrica de sidra.

Según la UFA (Asociación de Upcycling Alimentario):

'los alimentos reciclados utilizan ingredientes que, de otro modo, no habrían llegado al consumo. Se obtienen y producen mediante cadenas de suministro verificables y tienen un impacto positivo en el medio ambiente'.

Esta entidad ya ha certificado más de 200 ingredientes como reciclables en el sector alimentario, muchos de los cuales tienen aplicaciones en alimentos y golosinas para mascotas.

Ejemplos de materiales e ingredientes utilizados en upcycling:

• Batatas u otro tipo de tubérculos que provienen de granjas locales orgánicas y que tienen formas no tan estéticas como las que buscan vender las cadenas de hipermercados.
• Extremos y piezas de carne y mariscos que no se han vendido en el supermercado.
• Frutas que, al igual que los tubérculos, llegan a las góndolas magulladas o con formas amorfas, por lo que no son elegidas por los consumidores.
• Proteínas alternativas como el grillo, la espirulina o el copi plateado, un pez superpoblado.
• Cebada gastada de cervecerías locales.
• Cáscaras de huevo.
• Aceite de salmón producido a partir de recortes de salmón fresco, como la cabeza, la columna vertebral y la piel.
• Subproductos de la producción de patatas fritas o almidón de patata, aplicados en fórmulas para ganar textura, dar forma a croquetas y mejorar la digestión.
   

Conclusión

Los ingredientes reciclados han revolucionado el panorama de la nutrición de las mascotas como una forma de agregar valor a ingredientes que de otro modo se desperdiciarían, además de apoyar la salud de las mascotas. Varios productos agrícolas e ingredientes a base de trigo, incluidos arándanos, batatas, linaza, zanahorias y diversas harinas, se utilizan actualmente en la industria norteamericana de alimentos y golosinas para mascotas para capitalizar la sostenibilidad como una prioridad del consumidor.

Convertir los subproductos en ingredientes de alimentos para mascotas reduce el desperdicio de alimentos y hace un uso más eficiente de los recursos necesarios para producir alimentos para humanos. Cambiar el nombre de estos productos a reciclados podría ayudar a que los dueños de mascotas los acepten.

Fuente: All Pet Food Magazine.