Paso 1

Asegúrese de que su equipo sea consciente de la cantidad de energía que consume la secadora y cómo eso puede influenciar la optimización inteligente y la toma de decisiones. Tener presente los principales  indicadores de rendimiento, en cuanto a la energía y utilizarlos  para la evaluación del rendimiento de la planta.

Paso 2

Reducir el nivel de evaporación de agua al necesario. Desarrollar cualquier nueva receta de productos que tenga en cuenta el costo de evaporación de la humedad, y cuando se seleccionen los pre-acondicionadores y las extrusoras, se deben seleccionar para evitar, en lo posible, la necesidad de secado.

Muchos  productores de alimentos para mascotas asumen los costos promedios de secado por tonelada de producto final, sin tener en cuenta la cantidad de agua a evaporar. Para dos productos secos para mascotas producidos, con la misma tasa de rendimiento, pero con diferentes recetas, o en diferentes equipos de extrusión, la evaporación de humedad requerida puede diferir fácilmente en un 50%, lo que significa más o menos un 50% de diferencia en el consumo de energía específico.

Si los principales indicadores de rendimiento de su planta sólo le brindan seguimiento al costo de energía por tonelada/ hora, o incluso peor,  por día, semana o mes; usted nunca será capaz de encontrar la manera de optimizar el proceso. Para la optimización es fundamental realizar un seguimiento del consumo de energía por minuto y compararla  con la evaporación de humedad real de cada línea de extrusión.

Paso 3

Asegúrese siempre de reutilizar el aire de salida del enfriador, como aire de entrada en la secadora. Usted necesita filtros entre el enfriador (post-recubridor) y la secadora, para evitar la excesiva contaminación en la secadora y es por ello que  estos filtros  necesitan atención. Pero la cantidad de energía que se pierde es enorme ya que tirar aire caliente de salida de enfriador. Piense en la innecesaria inversión -  y los costos operativos-al suministrar el doble del volumen de aire, en caso de una secadora y una enfriadora por separado.

Paso 4

Utilice medidores de Humedad Relativa de aire (RH) en línea para controlar el volumen de escape de aire para que casi todo este aire de escape esté casi saturado (80% al 90% de humedad relativa). Si esto provoca una condensación en  los conductos, analice  si se puede mejorar aún más el aislamiento de los conductos, ciclones, etc., ya que cuanto más cerca se esté del aire saturado, más eficiente será su proceso de secado.

Una vez que los conductos de escape estén bien aislados, optimice el flujo de aire y el flujo del producto dentro de la secadora con el objetivo de  asegurar que el aire continúe absorbiendo la humedad en su camino a través del producto hasta que llegue a la salida, en cuya etapa debería tener una saturación entre el 80% al 90%. Si esto provoca algún problema con la condensación en el interior de la secadora, entonces es probable que usted tenga fugas internas de aire, derivaciones y / o puentes térmicos.

Paso 5

Asegúrese de que todos los ventiladores estén controlados por convertidores de frecuencia (VFD), los cuales permiten el ahorro de electricidad, en comparación con cualquier configuración que cuente con amortiguadores manuales o automáticos. Los VFD se deben controlar para poder compensar automáticamente las fluctuaciones en la profundidad del lecho (resistencia), y para que el volumen de aire no fluctúe innecesariamente. Por lo general, la mejor manera de secar los alimentos para mascotas es aplicar primeramente el máximo de volumen de aire / velocidad del aire, y luego calentar el aire  hasta lograr la temperatura requerida. Sin embargo, ajustar el volumen al máximo, sin contar  con alguna forma de compensarlo  automáticamente, cuando la profundidad del lecho es más baja, dará lugar a velocidades excesivas y provocará la aparición de croquetas que fluyan  en el aire o que vuelen hacia el sistema de salida de aire.

Paso 6

Compruebe la construcción mecánica de la secadora. Al igual que con un edificio, el consumo eficiente de la energía requiere que el secador sea hermético (verificar el ingreso de productos y descarga, los sellos en las puertas), libre de puentes térmicos (utilice una cámara termográfica) y debidamente aislado (no sólo por la eficiencia, sino también la seguridad y comodidad del operador al trabajar con la secadora).

Paso 7

Organice el seguimiento frecuente y la limpieza de las piezas esenciales del secador y el enfriador. El objetivo principal es la seguridad alimentaria, pero indirectamente los resultados en la eficiencia energética no se deben subestimar. Las bandejas y canales de aire contaminados del secador  generan una  resistencia que deben compensar los ventiladores, mediante el uso de más kWs para estabilizar el volumen de aire.

Paso 8

Compruebe la lógica de control del secador. Existen muchas maneras en las que la lógica de control inteligente puede ayudar a ahorrar energía. Por ejemplo, los quemadores deberán apagarse lo antes posible, después de terminar el proceso de un producto. Muchos secadores continúan funcionando a todo volumen de aire y a altas temperaturas a la espera de que lleguen nuevos productos. Eso puede tomar más tiempo de lo esperado, lo cual es una pérdida de energía totalmente innecesaria.

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Paso 9

Monitorear continuamente el nivel de humedad del producto fuera del secador y el enfriador (utilizar sensores en línea de microondas), para evitar el secado excesivo. El secado excesivo es increíblemente costoso, no sólo por el derroche de energía, sino por el desaprovechamiento del rendimiento de la línea. Con frecuencia, las plantas de alimentos para mascotas se concentran en evitar  los excesivos niveles de humedad en el producto terminado, lo cual conlleva a que el operador seque el producto de manera excesiva y consistente. La aparición de mohos o Salmonella  puede derrumbar los perfiles de humedad de un producto terminado, pero lo que realmente se necesitaba era un análisis de fondo para identificar las circunstancias específicas que condujeron al incidente y evitarlo la próxima vez.

Paso 10

Compruebe el producto y la distribución del aire en el secador. Si el producto no está expuesto de manera uniforme al aire de secado,  este no tendrá un perfil de humedad uniforme. Uno de los lados del secador puede generar croquetas con demasiada humedad, conduciendo potencialmente a problemas de mohos. Si éstos se fijan al aumentar las temperaturas de los quemadores (como suele ser el caso) el moho se puede evaporar, pero también se pueden evaporar la mayor parte de sus ganancias.

Fuente: Geelen Counterflow


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