Los animales de compañía son una parte muy importante de nuestras vidas. Muchos de ellos se vinculan con nosotros desde la infancia, llegando a convertirse en un miembro más de la familia. Por lo tanto, es fundamental cuidarlos como tales, y la alimentación es uno de los pilares fundamentales para que gocen de una buena salud, de bienestar, tengan longevidad y, sobre todo, vivan felices.
Las comidas elaboradas en forma comercial deben garantizar el aporte de todos los nutrientes necesarios para el normal funcionamiento del organismo, y es en ese sentido en el que el huevo es un excelente candidato para cumplir con esa demanda. ¿Por qué? Principalmente, por su gran valor nutricional.
El huevo, como componente de la dieta, es una de las mejores fuentes de proteínas, ya que su composición de aminoácidos y su biodisponibilidad es de las más altas entre los ingredientes mayormente usados como aporte proteico. A su vez, la contribución de grasa de este alimento, principalmente por la yema, se traduce mayormente en una gran cantidad de ácido linoleico, un ácido graso poliinsaturado esencial para la gran mayoría de los animales.
El huevo es, además, una fuente importante de micronutrientes como vitaminas y minerales, especialmente las vitaminas D, B3 y B9. Considerando a la obesidad como uno de los problemas de salud más comunes de los perros, incluirlo en la dieta nos permite alimentarlos favoreciendo una adecuada condición corporal. Cabe aclarar que la cáscara es también una muy buena fuente de calcio, de excelente oferta biológica para los animales.
Además de su valor nutricional, el huevo se considera un alimento funcional al contener componentes biológicamente activos que benefician la salud y reducen el riesgo de padecer ciertas enfermedades. Entre ellos, encontramos a la luteína y a las xantinas, presentes en la yema de huevos: se trata de grandes antioxidantes que mejoran la salud y el sistema inmune, reduciendo el daño oxidativo corporal.
Los huevos pueden, a su vez, mejorar la inmunidad de nuestros animales, ya que contienen anticuerpos contra microorganismos a los que se han visto expuestas las gallinas ponedoras. Por último, las membranas situadas justo debajo de la cáscara recubriendo el interior del huevo, son muy ricas en colágeno, glucosamina, condroitina y ácido hialurónico, compuestos que podrían ayudar a los perros con osteoartritis o procesos degenerativos articulares.
Como conclusión, el huevo es un gran aliado para la alimentación de perros y gatos, ya que, además de su valor nutricional, contiene compuestos bioactivos que lo convierten en una comida funcional muy beneficiosa para mantener el bienestar y ayudar a la prevención de enfermedades.
Fuente: Infobae
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Origen Animal
02/11/2020